Escucha Profunda

Escuchar profundamente es atender con todo tu ser: con el corazón, con las manos, con las tripas; es escuchar con todos los sentidos... con el oído externo, pero también, y sobre todo, con el oído interior.

La escucha profunda es espaciosa y amplia. Es un espacio abierto, sin constricciones ni barreras de ningún tipo, sin la interferencia de juicios, opiniones o ideaciones, sin motivos ni expectativas, sin agendas ocultas.

Cuando despejamos la mirada y afinamos el oído, la verdad de lo que somos empieza a revelarse. Y con ello, de manera natural, surge una comprensión viva, una conexión auténtica y la posibilidad de transformarnos desde dentro, no por esfuerzo ni voluntad, sino por el simple acto de estar presentes y atentos.

No hay prácticamente ninguna distancia entre autenticidad y autorrealización. No hay ninguna distancia entre ser lo que somos y el proceso de florecer. La orquídea no florece en todo su esplendor tomando como referencia una imagen ajena a sí misma de potencialidad. Su florecimiento no puede estar separado de su propia naturaleza. De igual forma, en el silencio de una escucha sin condiciones, lo humano florece en toda su verdad.

En estas sesiones de escucha nos encontraremos virtualmente una vez por semana, abriendo un espacio de alrededor de una hora para detenernos y mirar hacia dentro. Si sientes el llamado, ponte en contacto conmigo para conocer más detalles y regalarte una primera sesión de encuentro gratuito.

Te invito a sumergirte en este espacio de autorrevelación y crecimiento.