Focusing

Autor de la imagen: Amy Lister en Unsplash

El Focusing, desarrollado por Eugene Gendlin (discípulo de Carl Rogers y del Enfoque Centrado en la Persona), nos invita a entrar en contacto con la sensación-sentida (felt sense): una experiencia corporal, global y difusa que encierra un conocimiento implícito sobre nosotros mismos. Esta vivencia —el cuerpo sentido desde dentro— nos revela mucho más acerca de lo que somos y de lo que necesitamos que la propia mente. Al sumergirnos en esta sabiduría corporal, permitimos que la mente descubra y se ponga al servicio de lo que el cuerpo desvela.

La sensación-sentida no es una emoción ya formada ni un pensamiento, sino una vivencia corporal en proceso de tomar forma. Tiene un carácter fisiológico (se percibe en el cuerpo), afectivo (con cierta tonalidad emocional) y filosófico (lleva un significado profundo aún no revelado).

Cuando nos relacionamos con esta experiencia con atención y respeto, suceden dos cosas fundamentales:

  1. Descubrimos que el cuerpo es una guía fiable hacia lo que necesitamos para avanzar.
  2. Se produce un cambio corporal liberador, incluso si lo que surge es doloroso, porque al reconocerlo deja de pesar en todo el organismo.

«Dentro de cada ser humano hay alguien que quiere vivir» – Eugene Gendlin


Los 6 pasos del Focusing

Gendlin propuso seis movimientos básicos para acercarnos a la sensación-sentida. No son una fórmula rígida, sino una orientación para entrar en el proceso:

  1. Despejar un espacio: tomar distancia de los problemas y abrir un lugar interior donde puedan ser reconocidos sin abrumarnos.
  2. Formar la sensación-sentida: elegir un asunto y dejar que el cuerpo muestre cómo se siente en su totalidad.
  3. Encontrar un asidero: permitir que surja una palabra, imagen o metáfora que exprese la cualidad esencial de esa sensación.
  4. Resonar: comprobar si ese asidero encaja con la sensación-sentida, esperando el alivio o el “clic” corporal.
  5. Preguntar: abrir con suavidad preguntas que dejen emerger significados implícitos y caminos posibles.
  6. Recibir: acoger lo que haya aparecido, con gratitud y sin prisas, sabiendo que se puede volver a ello más adelante.

Más que una técnica, el Focusing es una actitud: escuchar con amabilidad y confianza a “ese alguien que quiere vivir” dentro de nosotros. El poder de transformación surge de atender al cuerpo en su propio lenguaje. Es en el mismo acto de enfocar que nos sentimos más vivos al conectar con aspectos de nosotros mismos que hasta el momento no habían sido integrados ni reconocidos como propios.

«Lo que es cierto ya lo es. Reconocerlo no lo empeora. Resistirte a ello no lo hace desaparecer…» Eugene Gendlin

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